sábado, 4 de enero de 2014

AGRADECIMIENTO A MIS PROFESORAS


Algunas de las cosas realiazadas de punto o ganchillo


Dicen que de bien nacidas es de agradecidas, eso ya me lo enseñó mi abuelo. 
Ya desde muy pequeña mi abuela María me enseñó a hacer ganchillo, cuando tenía 8 años me encantaba irme a casa de mi abuela con mi prima Mª José, y mi abuela que era fenomal con el ganchillo nos enseñaba en las tardes de verano, sentadas en su patio, aún tiene mi madre guardadas mis primeras flores. De ella he heredado la capacidad de ver algo y sin necesidad de tutorial ser capaz de sacarlas.
Más tarde perfeccione con mi otra abuela, mi abuela Frasquita ella si que era fantástica, nos dejó el año pasado a los 101 años y estuvo haciendo ganchillo hasta casi los 99, lo hacía perfecto pero con hilo superfino y parecía que no lo había tocado las manos, aún recuerdo las tardes rezando el rosario a la vez que mi prima Mari Toñi y yo aprendiamos.
De mi vecina Doña Adela, una profesora retirada aprendí el punto de cruz ( que el revés tenía que quedar más bonito casi que el derecho) el frunce, el punto de dos agujas... Y su lema: "nadie te va a preguntar cuanto has tardado en hacerlo, te van a ver el resultado" y no me dejaba que ninguna labor quedase fullera como ella decía, creo que ahora pongo mucho empeño en ello.
Más tarde mi tía Maria Antonia en clase de hogar también me enseñó nuevos puntos.
Y ya de mayor tengo que agradecer a Rosa Goméz Aguilar y a María Manzanares nuevos conocimientos que me están siendo muy útiles.
    GRACIAS A TODAS LAS QUE ME ESTÁIS VIENDO DESDE EL CIELO Y LAS QUE TENGO LA SUERTE DE TENER AÚN AL LADO. 

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